Todos sabemos que en una tienda hay zonas concretas, más que estudiadas, para colocar ese producto en particular sobre el que se desea llamar la atención, a esas zonas las llamamos “calientes” por tener mayor visibilidad que otras y por estar inmersas en la circulación natural de los clientes por el establecimiento.
Un poemario no es un supermecado, eso está claro, pero también un libro tiene sus puntos calientes en el orden lógico de lectura a tener muy en cuenta en la organización final de los poemas.
Básicamente, el libro en su conjunto también tiene sus propios “órganos vitales”, así deberemos atender a:
Los tres deben ser lo suficientemente impactantes como para que, el en caso de la cabeza, el lector se sienta tan atrapado que desee seguir leyendo nuestra obra. En el caso del corazón el lector deberá reafirmar la íntima sensación de experimentación y comunión con el libro, y en el caso de los pies, será ese último poema el que probablemente se instale en la memoria del lector.
Así pues, cuando debamos ordenar los poemas de nuestro libro, deberemos tener muy en cuenta los tres puntos calientes mencionados que llevarán al lector a querer quedarse y conocer el resto de la obra.
Cap comentari:
Publica un comentari a l'entrada